Isquemia de Extemidades
Es una enfermedad de los vasos sanguíneos que irrigan las piernas y los pies. Ésta lleva a que se presente estrechamiento y endurecimiento de las arterias. Esto ocasiona disminución del flujo sanguíneo, lo cual puede lesionar nervios y otros tejidos.
La enfermedad Arterial Periférica (EAP) puede deberse a una enfermedad denominada «aterosclerosis», un proceso en el que se forma una sustancia cérea dentro de las arterias. Esta sustancia se denomina «placa». Cuando se acumula demasiada placa dentro de una arteria, ésta se obstruye y el flujo de sangre disminuye o se detiene. La disminución del flujo sanguíneo puede ocasionar una «isquemia», es decir, un aporte insuficiente de oxígeno a las células del organismo.
La enfermedad arterial periférica (EAP) se estima que afecta a 8,5 millones de americanos y se calcula que hay alrededor de 202 millones de personas con EAP en el mundo. A pesar de la alta morbilidad y mortalidad, un grupo significativo de pacientes que terminaron en amputacion de la extremidad, nunca tuvieron una evaluación vascular el año anterior a su amputación.
La ateroesclerosi es la causa de que se obstruyan las arterias y entre los factores de riesgo que actuan de forma sinérgica, multiplicando el riesgo de pérdida de la extremidad estan:
- Colesterol alto
- Hipertension arterial
- Diabetes
- Tabaquismo
- Homocisteinemia
- Obesidad
- Sedentarismo
El paciente con ateroesclerosis debe estar consciente de controlar extrictamente estos factores de riesgo y que la EAP no es una patología aislada.
La práctica clínica demuestra la afectación multisistémica de la enfermedad vascular y es frecuente comprobar la presencia de una enfermedad coronaria o cerebrovascular en los pacientes con enfermedad vascular. Diferentes estudios epidemiológicos han mostrado que hasta un 50% de los pacientes con EAP presenta síntomas de enfermedad cerebrovascular o cardiológica.
Esta patología se manifiesta por dolor al caminar en pantorrilla que desaparece al detener la marcha (claudicación), frialdad y palidez del pie con ausencia de vello, también se presenta como una herida o úlcera en la extremidad que no cicatriza.
Ante estos síntomas debe acudir al cirujano vascular quien le realizará un examen físico, si se encuentra disminución o ausencia de pulsos, se realiza un eco doppler arterial o una pletismografia y un índice de tobillo brazo, de acuerdo a estos hallazgos el paciente puede manejar una terapia conservadora con medicamentos, tratando de prevenir la progresión de la enfermedad y sobre todo eventos cardiovasculares o cerebrovasculares.
Si los estudios vasculares no invasivos muestran una obstrucción severa, deberá someterse a una angio tomografía, para determinar el tipo de tratamiento sea este quirúrgico abierto o endovascular que permitirá llevar sangre a la extremidad para aliviar los síntomas o permitir la cicatrización de la herida.
Es importante no dejar pasar mucho tiempo, entre el inicio de la molestia y la consulta a su médico, ya que pone en riesgo la vitalidad de su extremidad.